Recuerdo muy bien un vuelo en un U-6A Beaver del entonces Grupo Aéreo de Entrenamiento y Transporte (GAET) a mediados de los años 70. Al entonces Presidente de la Rca. Gral. Stroessner le encantaba pescar en aguas del Río Paraná, cerca de la ciudad de Ayolas. Siempre que iba a pescar, viajaba en el DHC-6 Twin Otter de la Presidencia, que era generalmente acompañado por un avión de apoyo. En una oportunidad, fui designado como piloto del avión de apoyo, que era usualmente un U-6A Beaver. El viaje de ida fue sin contratiempos. Yo iba sólo con algunos soldaditos en el Beaver.
Pasamos todo un domingo en Ayolas y en horas de la tarde, vimos aproximarse un gran frente de tormenta, por lo que el Pte. ordenó un inmediato regreso. El frente era tan amplio que le pedí al piloto del Twin Otter que, una vez en el aire, me avisara si dicho frente se nos interponía en la ruta, dado que mi Beaver no contaba con radio, ni tampoco con luces de iluminación externas ni internas. El piloto me dijo que balancearía las alas para avisarme lo del frente de tormenta. El Twin Otter despegó y yo me puse en cabecera de la pista. Iba mirando atentamente al otro avión y como no hizo ninguna señal, despegué. Cual fue mi sorpresa que apenas levanté el aparato del suelo, veo al Twin Otter balanceando las alas, señal acordada de “frente de tormenta amplio”. Ya oscurecía y sinceramente no me animé a volver a aterrizar en la pista de Ayolas, por lo que decidí continuar “a lo que Dios es Grande”.
Oscureció rápidamente y me metí en el frente; no podía ni siquiera chequear mis instrumentos, por lo que pedí a uno de los soldados que alumbrara el panel de instrumentos con una linterna. Sólo con la brújula, me dirigí a Asunción, donde llegué en medio de fuertes lluvias. Como no tenía radio, hice una pasada a baja altura cerca de la torre de control del Aeropuerto Internacional, lo cual hizo que encendieran las luces, aterrizando sin problemas. Fue un verdadero milagro. Al descender del avión, vimos que aún no había llegado el Twin Otter, por lo que decidí esperarlo. La tormenta pasó y al cabo de una hora, llegó el aparato con el Presidente. Para evitar el frente de tormenta, decidieron volar hacia el sur, a Argentina, en la zona de Corrientes y luego, al pasar el mismo, regresaron a Asunción. Tamaña sorpresa se llevaron los tripulantes y pasajeros del Twin Otter cuando vieron mi Beaver en la rampa del aeropuerto. Al bajarse el Gral. Stroessner (yo estaba cerca de ellos), se dirigió al piloto y le dijo: ...”Este es un piloto, y no macana”..., refiriéndose a mí, pasando a felicitarme.
(*) Ex-Piloto del GAET, ex-Piloto de LAP, Ex Comandante de la Fuerza Aérea Paraguaya.
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