Este es el avión venezolano Hércules C-130 que arribó el jueves al Silvio Pettirossi. El vuelo habría traído a ocho militares, de los cuales dos se quedaron en nuestro país. |
José Jelvez y Rafael Palo serían los dos miembros de las Fuerzas Armadas Venezolanas que habrían arribado el jueves de tarde a nuestro país en el vuelo proveniente de Buenos Aires y con destino final Caracas y que, según la Dinac, aterrizó para una “escala técnica”.
“No hay nada grave en esta situación” fue lo que declaró ayer el canciller nacional Héctor Lacognata en relación al llamativo arribo del avión perteneciente a las Fuerzas Armadas Venezolanas, que el jueves por la tarde generó un aparatoso despliegue en la plataforma militar del aeropuerto internacional Silvio Pettirossi.
Sin embargo, según una fuente de las Fuerzas Aéreas Paraguayas, en la aeronave se encontraban ocho militares quienes llegaron incluso a descender del aparato, al punto que dos de ellos, acompañados de sus pares paraguayos, llegaron hasta el duty free del aeropuerto para realizar algunas compras, hecho que fue también corroborado por algunas personas que se encontraban en el área restringida.
Conforme a los datos suministrados por la misma fuente, de los ocho militares que llegaron, solo seis abordaron la aeronave y dos se quedaron en el país, incluso se tienen los nombres de los mismos, quienes estarían identificados como José Jelvez y Rafael Palo. La pregunta obligada ante esta situación es: ¿para qué vinieron estos militares?
¿Escala técnica?
El avión Hércules C-130 que arribó el jueves a nuestro país a las 14.52 y partió a las 17.19, según el director de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac), Ceferino Farías Servín, llegó para una escala técnica, cuyo destino final era Caracas, Venezuela. Lo llamativo del hecho es que un avión de gran porte como el Hércules haya necesitado realizar dicha escala, teniendo en cuenta su extensa autonomía de vuelo.
A esto se suma el hecho de que en principio desde las FF.AA. quisieron negar la información, pero finalmente tuvieron que asumir lo ocurrido una vez que el caso tomó estado público.
Farías sostuvo que la tripulación logró la autorización de las FFAA, de la Dinac y de la Cancillería para el aterrizaje. Ante esta situación se plantea otro interrogante: si se trató de una aterrizaje de reabastecimiento, ¿cómo consiguieron en tan poco tiempo la autorización para el arribo?
De acuerdo a las informaciones dadas por un funcionario del área de seguridad del aeropuerto, recibieron la información de que la misma embajadora de Venezuela, Nora Uribe, se presentó al momento del arribo de la aeronave, pero finalmente no tomó intervención porque el mismo se daría en la plataforma militar.
No fue posible conseguir la versión de la embajadora, pese al insistente llamado; aparentemente, recibió una orden de no opinar.
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